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Las envolventes de la casa son uno de los aspectos muy importante en cuanto a la eficiencia energética de la construcción. Y en nuestro caso, entre las diferentes opciones que ofrece el mercado, vamos a elegir los paneles de fibra de madera y el mortero de cal. Es una apuesta por los elementos más naturales y por conseguir la máxima traspirabilidad de la construcción.

¿Qué es el SATE?

SATE es el acrónimo de Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior. En Europa se le denomina ETICS (External Thermal Insulation Composite Systems), EIFS (External Insulation Finishing) en Estados Unidos. Su colocación en el exterior de las fachadas de los edificios sirve para protegerlos y mejorar su envolvente térmica, aislándolos tanto del frío como del calor.

VENTAJAS DEL SATE

1) Evita puentes térmicos

Un puente térmico, dicho de manera sencilla, es una zona de la envolvente del edificio por donde se producen pérdidas o ganancias térmicas indeseadas a causa de una construcción deficiente. En esas zonas –normalmente esquinas, juntas, forjados…- las temperaturas suelen ser inferiores al resto de la envolvente. Por ello, es posible que origine condensaciones o moho en las épocas de frío que repercuten en el bienestar de sus habitantes.

Evitar los puentes térmicos es uno de los principios básicos de la edificación pasiva, y una de las premisas fundamentales en los proyectos de House Habitat. El SATE es uno de los sistemas que contribuye a ello.

2) Permite que el edificio “respire” y evita condensaciones.

Un SATE de buena calidad ha de ser transpirable. De este modo será eficaz contra posibles condensaciones de vapor causante de humedades.

3) Evita problemas derivados de las oscilaciones térmicas

Con el paso del tiempo, los materiales que componen los edificios –sean de hormigón, acero o madera- sufren por los cambios de temperatura. El SATE, puesto que reprime esas diferencias térmicas, protege al edificio de inconvenientes como grietas, fisuras, infiltraciones de agua, etc.

Y, claro está, facilita una temperatura estable a lo largo del día en la vivienda y en sus distintas estancias.

4) Garantiza la estanqueidad de la fachada.

El aislamiento térmico por el exterior garantiza la impermeabilización de la fachada frente al agua de lluvia.

5) Ahorro de energía y… económico

La inversión en aislamiento suele ser directamente proporcional al ahorro de energía que posteriormente va a tener el usuario. “Al dotar al edificio de una mayor inercia térmica se reduce entre un 20% y un 70% la necesidad de utilizar calefacción y refrigeración“, explica Sever Roig, responsable de negocio de fachadas de Parex Group.

Si la eficiencia energética es un objetivo claro en todas nuestras construcciones, el SATE viene a reforzar aún más el aislamiento que instalamos en el interior de las viviendas y las cualidades de la estructura de madera a estos efectos.

6) Sostenibilidad

Relacionado con la menor pérdida energética del edificio, que se traduce en una menor demanda de calefacción en invierno o refrigeración en verano. Por lo tanto, si el edificio se abastece de fuentes de energías contaminantes, se reducirán las emisiones de CO2 a la atmósfera, por lo que ayuda a proteger el medio ambiente.