El proyecto parte de la necesidad de reorganizar y actualizar la planta baja de la vivienda, como primera fase de una actuación que se extenderá a toda la vivienda.

La cocina deja de ser una mera zona de preparación de alimentos, para convertirse en el núcleo de la casa, conectada al jardín, un espacio multifuncional, perfecto tanto para trabajar, como para comer en compañía, o simplemente disfrutar jugando en la pared de pizarra. Se ha organizado en torno a una península que recoge todas las funciones de trabajo, con electrodoméstico Míele, y amueblando toda la pared trasera, para almacenaje y electrodomésticos de alta gama. La campana Claro de Gutmann, permite un amplio campo visual.

La entrada se actualiza, cambiando el suelo cerámico por una elegante tarima de roble.

También las puertas se han lacado de blanco, y las manillas, se han sustituido por un modelo más acorde con las nuevas tendencias. Esto, unido al gris claro de la pared, confiere un ambiente amable y luminoso.

El baño destinado a la niña, se adecua incorporando una bañera, y redistribuyendo los elementos, con el fin de ganar espacio y funcionalidad.

El baño del matrimonio necesitaba aportar funcionalidad a la pareja y facilitar el uso compartido cuando es necesario. Sustituir la bañera por un cómodo plato de ducha, la encimera con dos lavabos, y la reordenación de los elementos, que dan fluidez al movimiento. El bide se sustituye por un grifo al lado del inodoro, permitiendo no prescindir de su función cuando es necesario.

Con el fín de optimizar la calefaccíón, y habida cuenta que de momento la planta superior no está destinada al uso diario.se realiza un cierre en la escalera, en cristal, que aporta ligereza visual, y una estética actual.